miércoles, 29 de octubre de 2008

El agua dulce:cada ves más demandada y cada vez más escasa

Adán Salgado Andrade (especial para ARGENPRESS.info)Los cambios climáticos debidos a la brutal contaminación generada por el ser humano, las crecientes actividades industriales (fuentes mayoritarias de tal contaminación), una agricultura mundial en aumento, el incremento en la población y un irracional desperdicio, principalmente, están ocasionando un incontenible empleo del agua, vital líquido gracias al cual existimos como especie y todas las otras formas de vida en el planeta y que no conformes con sobreexplotarlo, estamos también ensuciando y degradando.Además, la distribución del agua es tan desigual, que actualmente alrededor de 1100 millones de personas ni siquiera tienen acceso a fuentes seguras de agua para beber, la más elemental e importante de las necesidades. Y no se trata de que haya menos agua, no, pues la cantidad que existe es la misma desde hace millones de años, aproximadamente 1728 trillones de metros cúbicos (1,728,000,000,000,000,000 m³), y simplemente sigue el acostumbrado ciclo de evaporización, condensación en nubes y precipitación pluvial, sólo que ahora, debido a los factores aludidos antes, le toma a dichos procesos un total de quince meses reponer el agua que la humanidad requiere en apenas un año, así que desde allí estamos excediendo la capacidad de regeneración de nuestras fuentes de agua dulce.Por otro lado, gran parte del agua renovada termina en los océanos, los que poseen el 97% del líquido existente en el planeta, pero aquélla es salada, no apta para la utilización humana, a menos que la sal, sobre todo, sea removida, proceso que consume demasiada energía para ser empleado de manera práctica y generalizada. El 3% restante, propiamente el agua dulce que consumimos, si bien nunca ha estado repartida equitativamente alrededor del planeta, ahora por los trastornos climáticos, el desperdicio y el consumo excesivo, como señalé, cada vez se concentra en un muy reducido número de regiones. Aproximadamente 50% del agua dulce es propiedad de unos seis países (Brasil, Canadá, Indonesia, China, Estados Unidos y Colombia), en tanto que la otra mitad está muy mal distribuida, pero incluso estas cifras ya resultan controvertidas, pues, por ejemplo, en el caso de Canadá, resulta que lo que antes se afirmaba, que posee alrededor de un quinto de las reservas mundiales de agua dulce, no es así, como informó recientemente la Academia de Ciencias de Canadá, la que señala que una cosa es la cantidad de agua que contiene ese país en sus grandes lagos y otra, muy distinta, la que se renueva cada año, que es la que llueve, corre por ríos y arroyos y recarga tanto a los lagos, como a los acuíferos. Y cita que en realidad el agua renovable en Canadá sólo representa 6.4% del total mundial, además de que los lagos canadienses no almacenan tanta agua como pudiera pensarse, pues con la cantidad del líquido que circulara por los ríos y arroyos de los que se alimentan, en sólo tres años y medio aquéllos se llenarían, es decir, en poco más de tres ciclos hidrológicos anuales, así que si dejara de llover, la humanidad entera, no sólo Canadá, se quedaría sin agua dulce en menos de tres años, pues como dije, consumimos en doce meses lo que la naturaleza renueva en quince.Pero como señalé antes, el problema adicional es que el agua dulce está muy mal repartida. La mayor parte de las regiones del planeta requieren más agua de la que poseen. Por ejemplo, Asia, emblemático caso, posee sólo el 29% de los recursos de agua dulce, pero del total del agua consumida (me refiero a la cantidad de agua que se utiliza cada año, cantidad menor a las reservas totales), representa el 50% (tan sólo China tiene 1326 millones de habitantes); Sudamérica posee el 28% del agua y su consumo es del 6%; Norteamérica (EU y Canadá) posee el 15% del agua, en tanto que consume el 13%; África, el otro caso deficitario, posee sólo el 9% del agua mundial y aunque en este continente habitan 955 millones de personas, casi un séptimo de la población total, sólo tiene acceso al 13% del agua dulce consumida; Europa posee el 15% del agua dulce, y su aprovechamiento es del 16% de ésta; Oceanía y el Pacífico poseen el 2% del agua dulce, siendo su aprovechamiento sólo del 1%. Por último, América Central posee también el 2% y también aprovecha el 1% del agua consumida. Lo anterior significa que los países o regiones (la mayoría, como puede deducirse de las cifras anteriores) que no tienen suficiente agua para sus necesidades más elementales, deben de importarla a los países que se las vendan (como Canadá) o sufrir las consecuencias que su escasez implica como los daños a la salud, a la agricultura y al medio ambiente que ocasiona la falta del vital líquido.En el caso del cambio climático, debido al calentamiento generado en el planeta por los millones de toneladas de gases nocivos (como el CO2, del que se lanzan alrededor de 7000 millones de toneladas anuales), arrojados a la atmósfera cada año, aunado esto a la deforestación o la muerte de bosques, consecuencia también de tal calentamiento, las consecuencias son catastróficas, pues mientras en época de huracanes éstos son cada vez más intensos y destructivos sus efectos, inundando vastas áreas en diferentes países (en estos días, por ejemplo, los huracanes Gustav e Ike, ocasionaron fuertísimos daños en Cuba, Haití, República Dominicana y severas inundaciones en los Estados Unidos y en México, claro), también en otras regiones la falta de agua y las consiguientes sequías las han tornado de una severidad que, por citar dos casos emblemáticos, Argentina en este momento está siendo afectada por una de las peores sequías de los últimos 20 años (resulta irónico esto, en vista del problema agrario suscitado por el gobierno de Cristina Fernández, que quiso imponer impuestos a los productores de soya, quienes amenazaron con boicotear la producción. No tendrán necesidad, pues la sequía disminuirá severamente el cultivo, tanto de granos, como de ganado). Lo mismo sucede en Australia, en donde la actual sequía, señalan las autoridades, es la peor que ese país ha sufrido en 116 años e incluso es mucho más severa que otra que habían tenido allí en anteriores años. Las presas australianas, como la Hume, tienen apenas 20% de su nivel normal y se estima que de continuar las cosas así, aquella presa llegará a tener, cuando mucho, 1% de agua. En este caso, tanto Australia, como Argentina, están ubicadas en la zona austral del planeta, región en donde el calentamiento atmosférico, conjuntamente con la entrada de más rayos ultravioleta (provocada por el agujero de ozono que se ha desarrollado en el polo sur), han incidido en una muy alarmante disminución tanto de las lluvias, como de los ciclos hidrológicos, lo que se traduce en una menor temporada de lluvias y en muy escasas precipitaciones. Tan dramáticos están siendo los efectos del calentamiento terrestre, que regiones consideradas en 1950 como poseedoras de aceptables reservas de agua, para el año 2000 no lo fueron ya. Por ejemplo, es el caso de México, que pasó de contar con muy altos recursos hidrológicos en 1950, a recursos promedio en el 2000, pero para el año 2025, México estará entre los países que contarán con bajos recursos hidrológicos. Así ha sucedido para las regiones de África y Asia, las cuales contaban en 1950 con recursos hidrológicos aceptables, pero para el 2025 estarán entre las regiones consideradas de bajas, muy bajas o catastróficamente bajas provisiones de agua. Y lo mismo sucederá con una buena parte de Europa, la cual rondará entre bajos y muy bajos recursos hidrológicos. No será ya la escasez de agua un problema típico de las regiones subdesarrolladas del planeta, como puede apreciarse.Y no es ventaja que de repente llueva intensamente, pues, por ejemplo, en el caso de México, casi el 80% de las tierras sembradas son de temporal y como las lluvias se atrasan cada vez más, las tierras no tienen la humedad necesaria cuando los cultivos se siembran, lo que ocasiona que las semillas no germinen o no lo hagan a tiempo. Y si logran hacerlo, al llover intensamente, las tierras se anegan, lo que echa a perder completamente la siembra proyectada. Y aunque se trate de tierras de riego, las cuales si tendrían la humedad requerida, el problema se da cuando frente a lluvias torrenciales o producidas por huracanes, de todos modos los cultivos sucumben ante tanta agua. En México y en muchos países, como Cuba, ya cada año se pierden cientos de hectáreas de cosechas debido a las inundaciones o anegaciones de las tierras sembradas (Cuba, por ejemplo, con los huracanes Gustav e Ike, perdió una buena parte de sus cosechas de hortalizas). Así, en estos lugares, no sólo estarán presentes las consecuencias de que, de pronto, llueve desproporcionadamente, sino que también sufrirán hambrunas, desplazamientos de damnificados y daños a la infraestructura urbana, carretera e industrial. De hecho, esos damnificados, conocidos como ecorefugiados, que se trata de gente que vive en zonas inundables, como riveras, costas, áreas bajas, serán ya cada año algo trivial, debido a la recurrencia de los meteoros climáticos, como los huracanes o las tormentas tropicales, que con cada temporada afectarán severamente su hábitat. En México, por ejemplo, tanto el año pasado, como en el presente, estados como Tabasco, Chiapas o Veracruz, sufrieron o están sufriendo fuertes daños por inundaciones, las que generaron miles de damnificados que tuvieron que ser refugiados en albergues temporales. Con el tiempo, esas zonas de riesgo ya no podrán ser habitables permanentemente, debido a dichas inundaciones, las cuales serán cosa de cada año. Así, resulta irónico que tanta agua, en un mundo cada vez más necesitado de ella, sea dañina en ese momento, independientemente de los beneficios posteriores que acarree, como la humidificación de tierras, la recarga de acuíferos o el llenado de lagos, ríos y presas. Esto, porque al momento de su derrama, no existe infraestructura natural, ni humana suficiente para contenerla. En México, por citar un caso, gran parte del agua de las intensas lluvias no se aprovecha porque casi todos los ríos y presas que poseemos están azolvados, es decir, ocupan sedimentos, como tierra, buena parte del volumen útil de los cauces de aquéllos o del volumen de tales presas, como sucedió el año pasado, 2007, en Tabasco, estado que sufrió fuertes inundaciones en gran parte de su territorio, debido a que se necesitan más presas que puedan contener el exceso de agua que se produce en condiciones extraordinarias, como durante un ciclón o tormenta tropical, las que se presentarán más frecuentemente, como dije antes, debido al cambio climático. En 26 años no se ha construido una nueva presa, pero además las que hay, que principalmente se construyeron para la generación de energía eléctrica, están subutilizadas, pues, resulta absurdo, se ha concesionado la producción de electricidad a empresas extranjeras que no emplean el agua para generarla, sino costosos sistemas que usan gas natural para tal fin, vendiéndola, por tanto, más cara (la Comisión Federal de Electricidad les garantiza la compra de los costosos kilovatios generados, para que hagan buen negocio y no se vayan a desanimar aquéllas). Así que casi toda el agua que contienen tales presas está allí, embalsada y usándose mínimamente, lo que provoca que, al no correr o hacerlo poco, el fondo de esos embalses se llene de sedimentos. Tampoco los ríos de la región se han desazolvado, lo que dificulta también el libre desplazamiento de sus cauces. Como puede verse, ni en México, ni en muchos países estamos preparados para el cambio climático y sus graves consecuencias, a pesar de que ya son algo cotidiano. En cuanto a las actividades industriales, es impresionante examinar la cantidad de agua que ciertos procesos de fabricación requieren para la elaboración de determinados productos (bueno, que, en general, todos los procesos industriales requieren de agua indirecta o directamente). Para elaborar un litro de leche, se requieren el equivalente a nada menos que ¡mil litros de agua! (En México existe un grave problema en la zona denominada la “comarca lagunera”, ubicada en el estado de Coahuila, pues una empresa lechera, Lala, está sobreexplotando los acuíferos del lugar debido al incontenible aumento en la producción de la leche que hace). Un litro de refresco requiere el equivalente a 250 litros. Y siguen los apabullantes ejemplos: elaborar una bola de algodón, 4 litros (de los menos desperdiciadores); una sola hoja de papel, 8.5 litros; una rebanada de pan, 42 litros; cultivar una naranja, 49.5 litros; un vaso de cerveza, 76 litros; producir un solo huevo, 137 litros; hacer una hamburguesa, ¡2409 litros!; fabricar un par de zapatos de piel, ¡5917 litros!; fabricar un par de pantalones de mezclilla, ¡10891 litros!; producir un kilogramo de carne de res, ¡15,500 litros!...Y no se piense que la moderna tecnología o los procesos de fabricación de punta no requieren de agua. La elaboración de un chip computacional, como los que fabrica la empresa INTEL, requiere de miles de litros de agua muy pura, pues aquél se debe de “enjuagar” para que no haya absolutamente ningún residuo que pudiera perjudicar su operación. Las plantas industriales que dicha empresa tiene (Fab 12, Fab 22 y Fab 32) en la ciudad de Chandler, al sureste de Phoenix, Arizona, requieren el equivalente a ¡7,600,000 litros diarios para operar! Eso en una región en donde, además de ser desértica, la escasez del vital líquido, debido a que cada vez llueve menos y a las más largas sequías, convierte al agua en un muy preciado recurso que con el tiempo será cada vez más difícil de obtener. El agua que allí se emplea se obtiene tanto del sistema de presas y sistemas de almacenamiento conocido como Salt River Project, así como mediante un costoso acueducto que conduce agua desde el río Colorado conocido como Central Arizona Project. Pero aún así ha escaseado tanto el agua en años recientes en toda esa región, que el gobierno de EU ha exigido a México el “pago” de las cuotas de agua a las que, mediante un convenio binacional, establecido en 1944, ambos países tienen derecho del cauce del río Bravo (llamado allá Río Grande). Cada cinco años se le deben de entregar a EU 431 millones de metros cúbicos del vital líquido y México debe de recibir 1850 millones de metros cúbicos del río Colorado, cuya cuenca también se comparte. Así que debido a la sequía y a las crecientes, derrochadoras necesidades de los estadounidenses (es el país con el mayor consumo de agua per cápita del planeta, alrededor de 2500 metros cúbicos anuales por habitante), se ha exigido el cumplimiento del tratado binacional de la entrega de agua. Esto, muy a pesar de que también la zona norte mexicana tiene problemas de sequías (algo a lo que los sumisos gobiernos panistas, desde Fox, han accedido sin oponer gran resistencia, sin importar que tal acción ha puesto en peligro las actividades agrícolas en esa región mexicana, así como al consumo humano de agua potable de varias ciudades fronterizas). Por ejemplo, en el año 2003, se le exigió a México entregarle casi 434 millones de metros cúbicos a EU, so pretexto de que a ese país no le llega mucha agua, a pesar de que los agricultores de Chihuahua y Coahuila estaban teniendo graves problemas de sequía. Y como EU clama que México se sirve también de las aguas del río Colorado y que la parte de agua que le toca a EU del río Bravo es muy poca (razón por la cual se acordó ese tratado), prácticamente ya será cotidiano que se le deban de entregar millones de metros cúbicos de agua del río Bravo cada quinquenio. En el presente año ya se efectuó la entrega de los 434 millones reglamentarios. Sin embargo, la Conagua, el organismo público mexicano encargado de la administración del agua, declaró que eso fue posible gracias a que debido a las lluvias torrenciales que han provocado huracanes y tormentas tropicales, la mayoría de las presas del país, un 78%, estaban llenas totalmente, pero que en general ambas cuencas, tanto la del Bravo, como la del Colorado, han tendido a disminuir bastante su captación de agua, por lo que prevé que en un futuro, tanto Estados Unidos será incapaz de cumplir la entrega de agua del Colorado que le corresponde a México, como dicho país tampoco podrá recibir la cuota del Bravo que nos corresponde entregarle. Eso lo que augura son tiempos de fuertes sequías que llevarán a ambos países a protestas y amenazas, sobre todo de EU, de que o les damos el agua obligatoria o nos sancionarán de alguna manera (es bien sabido que EU para todo sanciona a México o a cualquier país que desde su punto de vista, cuando así le conviene, esté violando ciertas convenciones, pero es experto en violar los tratados binacionales o internacionales evadiendo cualquier responsabilidad cuando es en beneficio de sus intereses, como el incumplimiento de los tratados de Kyoto o del maltrato de los prisioneros árabes que mantiene detenidos ilegalmente en Guantánamo).También, como mencioné, las crecientes actividades agrícolas y ganaderas, especialmente ahora con el “boom” que está teniendo la siembra de cereales transgénicos, como el maíz de Monsanto o la soya, para fabricar, ¡absurdo!, biocombustibles (en un mundo en donde cada cinco segundos muere un infante por hambre, esto es simplemente infame), requieren sistemas de riego que consumen la mayor parte del agua dulce de que se dispone, casi el 70% del total, porque, además, tales cultivos genéticamente modificados requieren de mucha más agua que los normales. Estados Unidos, con sus masivas operaciones agroindustriales, dedica en promedio alrededor de 1446 metros cúbicos por habitante anualmente a ese rubro, es decir, unos ¡440,666 millones de metros cúbicos al año! En Australia, dos tercios del agua consumida son para la agricultura y la ganadería. Este país, particularmente, representa un caso en donde los intereses comerciales se han impuesto sobre sus condiciones naturales, pues una de sus principales cosechas es la de arroz… ¡o era! Sí, a pesar de ser una región predominantemente desértica, gracias a que antes llovía mucho y todos sus sistemas de presas almacenaban bastante agua, Australia contaba con suficiente líquido para inundar cientos de miles de hectáreas y ser uno de los principales productores de arroz, pues podían obtenerse hasta 10 toneladas de ese demandado cereal por hectárea, lo que significaba una producción anual de hasta 1.2 millones de toneladas. Pero esa artificialidad hidrológica, salta ahora a la luz ante la severa sequía que afecta al país (las tierras están secas, agrietadas, los animales salvajes están muriendo, al igual que inmensas zonas boscosas, amarillas ya por la severa falta de agua), pues en este año se estima que, cuando mucho, se obtendrán unas quince mil toneladas, menos del 2% de la producción normal. Incluso, el precio del trigo en este año ha ascendido a precios récord, debido también a la sustancial disminución de la cosecha australiana de ese otro cereal tan básico. También sucede lo mismo en Israel, país que igualmente está asentado en una zona semidesértica en donde existe agricultura gracias a sistemas de riego e infraestructura hidráulica muy costosa (posee plantas desalinizadoras que tratan el agua de mar, pero a muy altos costos), sin embargo actualmente está siendo afectado por una severa sequía que ya ha durado cuatro años. Es tan dura, que los granjeros de la región se están viendo obligados a podar algunos de sus frutales y a quitarles algunos frutos, con tal de que aquéllos sobrevivan a la resequedad que ni sus raíces más profundas están logrando sortear.Esos son los costos, pues, de forzar a regiones hidrológicamente poco aptas para la agricultura a serlo, pues ahora, con el cambio climático, se está mostrando su vulnerabilidad a una severa disminución de las lluvias, las cuales tampoco fueron tan abundantes en mejores tiempos.Por tanto, la menor disponibilidad de agua generada por el cambio climático incidirá en la agricultura, pues regiones que antes eran más o menos aptas para la siembra de alimentos gracias al riego, como sucede en Australia o Israel, terminarán por convertirse en secos lugares debido a que no habrá o no alcanzará el agua para los ciclos de cultivo. Y entonces las sequías, junto a las inundaciones, serán un agravante más que disminuirá la producción y disponibilidad de alimentos.Por otro lado, el focalizado incremento de la población, especialmente en las gigantescas urbes que el ser humano tiende a formar, también conlleva una altísima necesidad del agua por los millones de personas que se concentran en espacios relativamente pequeños. Por ejemplo, la ciudad de México requiere aproximadamente ¡65 metros cúbicos de agua por segundo! para satisfacer medianamente sus necesidades del vital líquido. Esto representa más de 5.6 millones de metros cúbicos diarios, de los que 67% son para uso de la población, 17% para la industria y 16% para el comercio y los servicios. Pero ni esa impresionante cantidad es suficiente, debido a la citada sobrepoblación y muchas zonas de la ciudad, especialmente las populares, padecen ya permanentemente de la escasez de agua. Y no es ya propia la falta de agua de ciudades de países subdesarrollados, sino que es una situación que tiende a generalizarse hasta en el mundo rico. Por ejemplo, la ciudad de Londres tiene mucha menos agua disponible por habitante que Estambul o la misma ciudad de México. Según expertos, no sólo esa ciudad inglesa, sino todo el sureste de Inglaterra está, per capita, por debajo, incluso, de lo que el Banco Mundial denomina “regiones estresadas” por la falta de agua. En el verano del 2006, Londres fue víctima de la peor sequía habida allí en tres décadas, además de dos inviernos secos continuos, lo que provocó que el gobierno municipal impusiera restricciones para regar prados, llenar albercas y otros usos innecesarios. Tan severa ha sido la falta de agua, que las compañías privadas que surten del líquido, han considerado, incluso, hacer que llueva artificialmente, la transportación por barco de agua de otros sitios o, ¡la locura humana!, remolcar icebergs desde el Ártico. China, con su desorbitado crecimiento industrial y poblacional, es otro buen ejemplo que ilustra la falta de agua, ya que la mayor parte de sus ciudades, sobre todo las de la parte norte del país, como Shijiazhuang, padecen una fuerte escasez de agua, aunada a un brutal, desordenado crecimiento urbano que, como en este caso, está llevando a las autoridades a sobreexplotar los acuíferos locales (éstos son reservas naturales subterráneas de agua dulce), lo que está generando una sustancial disminución en su nivel de agua, el cual disminuye en más de un metro por año. No conformes con eso, los incontenibles chinos, quienes han sacrificado sus recursos naturales en aras de un irracional crecimiento industrial, han contaminado casi todas sus fuentes naturales de agua potable, de tal forma que se calcula que en unos 30 años, cuando mucho, ese país (muy mal tomado como ejemplo de “galopante” crecimiento por el capitalismo salvaje) se quedará sin gota de agua… ¡vaya negro futuro para el país que se considera la siguiente “potencia mundial”! En la ciudad de México incluso ya hay problemas de hundimientos debidos a la sobreexplotación de los acuíferos, que también, como en las ciudades chinas, están empleándose más allá de sus capacidades de recuperación.Valencia, Madrid, Roma, Los Ángeles, Berlín, Paris, Sydney, Las Vegas, Lisboa, Lima, Buenos Aires, Guatemala, Brasilia… son sólo unos cuantos ejemplos de grandes concentraciones urbanas en donde la carencia de agua hace más difícil la vida para sus habitantes, pues muchos se ven obligados a caminar hasta hidrantes públicos para hacerse de una cubeta de agua o a comprar tambos o pipas de ella, mucho más cara que la prestada por el servicio municipal.Sin embargo, a pesar de lo dicho, el agua dulce se desperdicia y se contamina. En la ciudad de México el agua potable derrochada asciende al 40%, es decir, 4 de cada diez litros de agua simplemente se pierden por fugas o filtración del sistema de tuberías, muy alta cantidad en un mundo cada vez más sediento. Pero no se crea que esto se deba a que la ciudad de México es una ciudad de un país subdesarrollado, no, pues es algo, digamos, “cotidiano” que haya fugas en los sistemas de distribución del agua en todo el mundo. Por ejemplo, en Londres también un tercio del agua potable se desperdicia a través de su viejo sistema de tuberías, unos 684,000 metros cúbicos diarios, ¡también demasiada agua! Y en todas las ciudades sucede lo mismo. Igual pasa con los sistemas de riego agrícola, pues un tercio del agua se pierde antes de regar las cosechas. El sentido común indicaría que la solución sería, entonces, cambiar las viejas tuberías o contar con sistemas de distribución más eficientes, pero como eso “cuesta mucho dinero”, justificación comúnmente declarada por las empresas privadas o públicas que suministran los sistemas de agua potable o de riego, simplemente el agua se seguirá desperdiciando, con las lamentables consecuencias que eso tendrá y que a la larga, hablando de dinero, saldrán más caras. Se están haciendo algunos intentos para tratar de desperdiciar menos agua, como la incorporación de medidores de agua computarizados que verifiquen mejor la cantidad de agua empleada por los usuarios. Incluso se están colocando sistemas de monitoreo en los canales de riego, como en Australia, con tal de reducir también las filtraciones al mínimo. Pero eso sólo se está haciendo en algunos países, los más ricos y desarrollados, y hasta ahora todos esos métodos están en nivel de estudio o experimental. En el resto del orbe, el agua simplemente se seguirá desperdiciando lo que, como dije, ocasionará que se agoten más rápidamente los recursos con los que se cuenta.Y también me referí a la contaminación, ya que más del 70% de las fuentes de agua dulce en el mundo tienen algún grado de contaminación, la más severa en países como China, en donde cientos de ríos son ya considerados “no aptos” para al contacto humano. Esto incluso sucede en México. Recientemente, por ejemplo, en el estado de Jalisco, muy cerca de su capital, Guadalajara, un niño cayó al río Santiago, el cual está severamente contaminado con arsénico. Aquél murió, pero no por ahogamiento, sino justamente porque el arsénico del agua que engulló lo envenenó.Desgraciadamente, a pesar de la gravedad del problema, en casi todos los países la contaminación de los ríos, tanto por las descargas del drenaje doméstico, como por las descargas industriales, las más letales de las dos, pasa a segundo término, siendo de mayor importancia el desarrollo industrial, como en el caso chino que menciono arriba. Allí, cientos de ríos son empleados solamente para desechar en ellos peligrosísimos residuos industriales, que los han convertido en fuentes de envenenamiento en donde ya nada puede habitar en sus cauces. Lo mismo sucede en otro país, Vietnam, en donde varios ríos, severamente contaminados con metales pesados, ácidos y otras muy dañinas sustancias, producto de fábricas, hospitales y el drenaje doméstico, se consideran ya “muertos” por el gobierno de ese país y sus aguas ni siquiera sirven para uso agrícola, pues matarían a las cosechas de inmediato. En Vietnam sucede lo que en China, que en aras de convertirse en un “país desarrollado” para el año 2020, se ha decidido sacrificar también al medio ambiente, en la peregrina idea de que una vez que se logre el desarrollo, habrán de hallarse “soluciones” para librarse de la contaminación. Pero lo que no entienden chinos, vietnamitas, mexicanos, estadounidenses, franceses, alemanes, españoles, hindúes… la nacionalidad que sea, no entienden que gran parte de los problemas que hoy padecemos a causa de la alta contaminación de aire, agua y tierra, de la destrucción del medio ambiente, de la tala inmoderada, de la sobreexplotación, del desperdicio de los recursos, como el agua y muchos más, no son ya reversibles y el costo de no haberlos atendido a tiempo redundará en que el tiempo de existencia de nuestra especie (por cierto, una de las más letales y destructivas que ha existido en este planeta) está contado y no irá más allá de unas cuantas décadas, durante las cuales, la calidad de vida empeorará y agravará los fuertes problemas que ya de por sí estamos teniendo.Pero mientras haya agua dulce, será, incluso, un gran negocio, como es el caso del agua embotellada. Cuatro son las compañías que más ganancias tienen comercializando agua para beber: Coca-cola, Pepsi-cola, Nestlé y Danone. Estas empresas multiplican por varias veces el costo del agua que venden en relación al precio que la compran. En México, por ejemplo, un metro cúbico de agua cuesta alrededor de diez pesos, justo lo que se cobra por un litro de agua embotellada, del que se obtendrían mil litros, o sea, diez mil pesos, así que podrá entenderse por qué tales empresas tratan de aumentar sus ventas de agua embotellada, que últimamente se han visto mermadas, dado su alto costo, por lo redituable que les resulta el negocio, ya que le es más lucrativo a Coca-cola, por ejemplo, purificar y envasar un litro de agua, que elaborar un litro de su muy publicitado refresco de cola. Y para ello emplean campañas publicitarias en donde se valen tanto de consideraciones de salud, como de supuestas acciones “altruistas”. Así, las campañas para la salud exageran los beneficios que se obtendrían de tomarse dos o más litros de agua diarios (que recientes investigaciones demuestran que una ingesta muy alta de agua al día es perjudicial, pues puede despojar al cuerpo de sales minerales vitales para el metabolismo). En cuanto a las campañas “altruistas”, se publicita ampliamente que por cada litro comprado de agua embotellada de tal o cual compañía, se “donarán” diez litros para un país pobre que tenga problemas de agua, el que generalmente es uno africano, como Etiopía o Ghana o que las zonas marginadas del país en donde se vende tal agua se verán “beneficiadas” con las construcción de obras para potabilización del agua. Sin embargo, recientes estudios muestran que de cada litro vendido, en su equivalente a dólares, sólo se destinan 0.28 fracciones de centavo a las tan cacareadas campañas altruistas. O sea, si un litro se vende, digamos, en dos dólares, ni un centavo se dedica al bienestar de los países pobres y con problemas de agua, del que tanto dicen preocuparse dichas empresas.En fin, con cada día que pase sin hacer nada por el agua, estamos cada vez más cerca de morirnos todos de sed. Y será un recurso tan peleado que ya hay, por ejemplo, países de regiones desérticas, como los árabes, que han declarado que el único motivo por el cual iniciarían una guerra con su vecino, sería por la disponibilidad de agua dulce. Israel, asentado también en zonas semidesérticas, no se desprende de los territorios palestinos invadidos porque en éstos se encuentra uno de los grandes acuíferos de los que se sirve.Sí, más que por el petróleo, en el futuro las guerras serán por agua y los países que la posean, dominarán a lo que quede del planeta.

martes, 28 de octubre de 2008

Recuperar la confianza frente a la crisis

Juan Somavia :

La actual crisis ha golpeado duramente al sector financiero. ¿Pero qué hay de la gente común y de la economía real?Si bien ignoramos cuánto durará y cuán profunda será la presente crisis financiera, sabemos que a menos de que actuemos de manera decisiva, millones de personas sufrirán un impacto duro, global y sistemático sobre sus vidas, sus condiciones de trabajo y su esperanza de vida.
La búsqueda de una mejor regulación financiera y un sistema de vigilancia mundial de pesos y contrapesos, sin duda, representa un paso positivo. Pero debemos ir más allá del sistema financiero.
Esta no es solo una crisis en Wall Street, es una crisis general.
Necesitamos un plan de rescate económico para los trabajadores y la economía real, con normas y políticas que generen empleos decentes y empresas productivas. Debemos vincular mayor productividad con salarios, y crecimiento con empleo. Las personas deben confiar en que la economía trabaja para ellos.
Este es un mensaje de carácter urgente. La Organización Internacional del Trabajo ha realizado un primer análisis estimativo sobre el impacto que esta crisis tendrá en el día a día de millones de personas en todos los segmentos de la sociedad.
Nuestros cálculos indican que la actual crisis podría traducirse en una pérdida de 20 millones de puestos de trabajo a nivel global para finales del 2009. Esto significaría que por primera vez superaríamos la franja de 200 millones de desempleados en el mundo.Es más, los trabajadores pobres que viven con menos de un dólar estadounidense al día podrían aumentar en 40 millones, y aquellos que viven con dos dólares al día en más de 100 millones.
Por más desalentadoras que sean estas cifras, las mismas podrían resultar subestimadas si los efectos de la actual contracción económica y la potencial recesión no son atacados con rapidez.
Por sobre todas las cosas, debemos concentrarnos en las personas, las empresas y la economía real. ¿Qué significa eso? Cuatro cosas:Primero, reestablecer el crédito. Ya se han tomado, y se siguen tomando, medidas al respecto.
Segundo, apoyar a los más vulnerables. Esto abarca una serie de medidas, desde proteger las pensiones, promover los seguros de desempleo y los sistemas de protección social en general, hasta brindar créditos a las pequeñas y medianas empresas, que hoy en día representan las principales fuentes de trabajo.
Tercero, precisamos políticas públicas y reglas que sean contundentes e inteligentes y que vuelvan a premiar el trabajo duro y a las empresas. Estamos siendo sacudidos por el remolino de un sistema financiero que ha perdido su brújula moral.
Debemos regresar a la función básica de las finanzas, que es promover la economía real, es decir, prestar dinero para que los empresarios puedan invertir, innovar, generar empleos y fabricar productos. Precisamos recuperar la razón de ser de las finanzas, que es financiar la economía real.
Cuarto, y esto resulta fundamental, debemos encarar los desafíos subyacentes. Mucho antes de la presente crisis ya existía una crisis de pobreza masiva, elevada desigualdad social y alta incidencia del sector informal y el trabajo precario, es decir, un proceso de globalización que había generado grandes beneficios pero que para muchos se había vuelto desequilibrado, injusto e insostenible.Debemos encontrar el equilibrio justo y concentrarnos en rescatar a las personas y la producción. Esto significa salvar a la economía real.
No nos olvidemos que las personas juzgan sus vidas presentes y futuras en base a su vida laboral. Hoy más que nunca debemos asegurarnos de que existan las políticas y el apoyo necesario para cumplir con la demanda básica de la gente: la oportunidad de contar con un trabajo decente.
Si queremos que las economías y las sociedades continúen siendo abiertas, es necesario que las organizaciones internacionales pertinentes desarrollen un nuevo marco multilateral que conduzca a una globalización justa y sostenible.
Las negociaciones sobre comercio internacional se han estancado, los mercados financieros están a borde del colapso, el cambio climático sigue siendo un tema presente. Cualquiera que sea el plan que se adopte deberá integrar las políticas financieras, económicas, sociales, laborales y medioambientales en un marco de desarrollo sostenible.
No podemos hacer frente a una crisis de créditos subvaluados con políticas que también sean subvaluadas. Es hora de pensar y actuar de manera audaz e innovadora para hacer frente a los grandes desafíos que tenemos por delante.

El Salvador y Honduras tienen las canastas básicas más caras en Centramérica

COLATINOLa canasta básica salvadoreña es la segunda más cara en Centroamérica, según lo revela un reciente estudio de la Defensoría de Consumidor (DC), realizado en la última semana de septiembre.El estudio de la DC revela que la canasta básica alimentaria de El Salvador tiene un precio $171.85, casi diez dólares menos que la de Honduras ($181.97), país con la más cara en toda la región.Debajo de El Salvador se encuentra Nicaragua y Panamá, con un valor de $156.72 y $141.60, respectivamente.Los productos más caros en el país son el frijol, harina de trigo, pastas, leche líquida, carne de res, carne de cerdo y la pasta de tomate.Sin embargo, El Salvador tiene los precios más baratos del café, la margarina y la gaseosa, artículos que no son de primera necesidad como los cereales, el aceite, la leche, entre otros.El sondeo de la DC se realizó en once súpermercados del país y la entidad estatal concluyó que resulta hasta un 17% más barato comprar los productos de la canasta básica en los mercados.Ejemplo de ello es la fruta. Si una persona desea comprar una libra de manzanas, uvas, melocotones, entre otros, en el súpermercado cuesta hasta un 44% más que en el mercado.Igual pasa con los huevos y la carne, un ciudadano o ciudadana se ahorra hasta un 17%, si compra esos productos en el mercado que en el supermercado.La canasta básica alimentaria urbana tenía un precio de $136.05, en septiembre de 2005, tres años después, esta cuesta $177.67.El área rural tuvo un comportamiento similar. Hace tres años la canasta básica valía $98.30, ahora esta cuesta $133.06, precios elevados si toma en cuenta que el salario mínimo oscila en los $190.00.El diez de octubre el Centro para la Defensa del Consumidor informó que la canasta básica alimentaria del país tuvo un incremento de 21%.La presidente de la DC, Evelyn Jacir de Lovo, recoemndó que tanto las alcaldías como el gobierno central deben de incentivar a la población a comprar más en los mercados, y que la policía brinde la seguridad pertinente en esos lugares para que exista un clima de tranquilidad.Otra recomendación que De Lovo hizo fue la necesidad de facilitar la importación de productos, complementándolo con la producción nacional para que se registren mejores precios en los productos.El estudio de la DC será presentado al Ministerio de Agricultura y al gabinete económico del Ejecutivo para que tenga una discusión al respecto y ver cuáles son las soluciones a implementar.

jueves, 23 de octubre de 2008

"Sabemos que es el fin de una era" : Eric Hobsbawn

agudo crítico del desarrollo capitalista, habló sobre la actual crisis financiera y lo que él califica como el fracaso de la teología del mercado. Alianza BBC Mundo.
El británico Eric Hobsbawm ha sido llamado "el historiador vivo más influyente" por la revista New York Review, y su visión marxista empapa su prolífica producción. En estos días en los que las noticias instantáneas sobre la crisis financiera inundan los medios de comunicación, Hobsbawm concedió una larga entrevista a la BBC.A los 91 años, Hobsbawm responde sobre los posibles cambios en la opinión intelectual sobre el capitalismo y sobre los efectos, duraderos según el, que tendrá la crisis económica mundial.Aquí, los principales fragmentos de esa entrevista.Muchos hablan de lo está pasando como un regreso al estatismo e incluso al socialismo. ¿Usted cree que es así? Bueno, ciertamente es la más grave crisis del capitalismo desde la década del 30. Recuerdo un titular hace unos pocos días, en el Financial Times, que decía: "El capitalismo en convulsión". Hacía mucho que uno no leía ese titular en el FT.Ahora, creo que esta crisis está siendo más dramática por los más de 30 años de una cierta ideología "teológica" del libre mercado, que todos los gobiernos en Occidente han seguido.Porque como Marx, Engels y Schumpeter han previsto, la globalización -que está implícita en el capitalismo- no sólo destruye una herencia de tradición sino también es increíblemente inestable: opera a través de una serie de crisis. Y esto está siendo reconocido como el fin de una era específica. Sin dudas, se hablará más de (John Maynard) Keynes y menos de (Milton) Friedman y (Friedrich) Hayek. Todos están de acuerdo en que, de una forma u otra, habrá un mayor rol para el Estado. Ya hemos visto al Estado como el prestamista de última instancia. Quizás regresaremos a la idea del Estado como el empleador de última instancia, que es lo que fue bajo FDR (Fraklin Delano Roosevelt) en el "New Deal" en Estados Unidos.Lo que sea, será un emprendimiento público de acción e iniciativa, que será algo que orientará, organizará y dirigirá también la economía privada. Será mucho más una economía mixta que lo que ha sido.¿Y qué del Estado como redistribuidor? Lo que se ha hecho hasta ahora parece más pragmático que ideológico... Creo que será pragmático de la forma que era antes. Lo que ha estado pasando es que en los últimos 30 años el capitalismo global ha operado de una forma increíblemente inestable, excepto -por varias razones- en los países occidentales desarrollados. Ellos se han mantenido, hasta un cierto punto, al margen, y por ello lo han minimizado. En Brasil, en los 80, en México en los 90, en el sudeste asiático y Rusia en los 90, en Argentina en 2000: todos sabían que estas cosas podían traer catástrofes en el corto plazo. Y para nosotros eso implicaba caídas tremendas en el FTSE (bolsa de Londres) pero luego, seis meses después, recomenzábamos de nuevo. Ahora, tenemos los mismos incentivos que habían en los '30: si no se hace nada, el peligro político y social es profundo y eso es, después de todo, la forma en que el capitalismo se reformó a sí mismo durante y después de la guerra, bajo el principio de "nunca más" a los riesgos del 30.No sólo los riesgos económicos -que el "New Deal" no fue muy exitoso- sino también los riesgos políticos.Usted vio esos riesgos hacerse realidad: estuvo en Alemania cuando Adolf Hitler llegó al poder. ¿Usted cree que podría darse algo remotamente parecido a eso, como una consecuencia de lo que está pasando ahora? En los años '30 el efecto político neto a corto plazo de la Gran Depresión fue el fortalecimiento de la derecha, con dos excepciones. Una fue Escandinavia, que logró exitosamente moverse a la izquierda hacia regímenes socialdemócratas, y -curiosamente- Estados Unidos, donde reaccionaron a quien sería el equivalente de Bush.A la izquierda no le fue bien en los '30 hasta que llegó la guerra. Entonces, creo que ese es el principal peligro. En ese momento, hubo una izquierda fuerte en varias partes de Europa -incluyendo Inglaterra, con el partido laborista- pero hoy no la hay.La izquierda está virtualmente ausente. Entonces, a mí me parece que el principal beneficiario de este descontento, otra vez con la posible excepción -al menos eso espero- de Estados Unidos, será la derecha.¿Lo que vemos ahora es el equivalente de la caída de la Unión Soviética para la derecha? ¿Los desafíos intelectuales que esto implica para el capitalismo y el libre mercado son tan profundos como los desafíos que enfrentó la izquierda en 1989? Sí, así lo creo, creo que este es el equivalente dramático al colapso de la Unión Soviética. Ahora sabemos que se terminó una era. No sabemos qué vendrá.Tenemos un problema intelectual: solíamos pensar hasta entonces que habían dos alternativas, o una o la otra: o el libre mercado o el socialismo. Pero en realidad hay muy pocos ejemplos de un completo caso de laboratorio de cada una de esas ideologías. Entonces, creo que tenemos que dejar de pensar en una o la otra y debemos pensar en la naturaleza de la mezcla. Particularmente hasta qué punto esa mezcla está motivada por la conciencia del modelo socialista y de las consecuencias sociales de lo que ha pasado.¿Cree que regresaremos al lenguaje del marxismo?Hasta un cierto punto, lo hemos hecho. Encuentro bastante extraño que el redescubrimiento de Marx lo han generado los hombres de negocios, ya que no hay izquierda. Desde la crisis de los 90, son los hombres de negocios quienes empezaron a hablar en términos de decir: "Bueno, Marx predijo esta globalización y podemos pensar que el capitalismo está planteado como una serie de crisis". No creo que el lenguaje marxista políticamente será prominente; pero intelectualmente, la naturaleza del análisis marxista sobre la forma en la que el capitalismo opera verdaderamente será importante. ¿Siente un poco de reivindicación, después de años en los que la opinión intelectual iba en contra de lo que usted pensaba? Bueno, obviamente hay un poco una sensación de schadenfreude (regocijo por la desgracia ajena). Siempre dijimos que el capitalismo se iba a chocar contra sus propias dificultades, pero lo que yo siento no es reivindicación. Lo que sí es cierto es que la gente descubrirá que de hecho lo que estaba pasando no ha producido los buenos resultados que se predecían. Mire, por 30 años todos los ideólogos dijeron que todo iba a estar bien: el libre mercado es lógico y produce crecimiento máximo. Sí, decían, produce un poco de desigualdad aquí y allá, pero no importa porque también los pobres eran un poco más prósperos. Decían que funcionaría mejor que cualquier otra cosa. Ahora sabemos que lo que pasó es que se crearon condiciones de inestabilidad enormes, que han creado condiciones en las que la desigualdad afecta no sólo a los más pobres, sino cada vez más a una gran parte de la clase media. Sobre todo, en los últimos 30 años los beneficios de este gran crecimiento hemos sido principalmente a nosotros en Occidente en una condición de vida inmensurablemente superior que en cualquier otro lugar.Y me sorprende mucho que el Financial Times diga que lo que esperan que pase ahora es que este nuevo tipo de globalización controlada beneficie a quienes realmente lo necesitan, que se reduzca la enorme diferencia entre nosotros que vivimos como príncipes y la enorme mayoría de los pobres y los desaventajados.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Un tsunami ético

El por qué de la mayor crisis económica de EE UU en ochenta años

Por Bernardo Kliksberg
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a mayor crisis de la historia económica moderna luego de la de los años 30. Fueron cerrados varios de los principales bancos de inversión de la principal economía del mundo, estatizadas las dos mayores empresas hipotecarias, y la mayor aseguradora, rescatada la caja de ahorro y préstamo más importante, y aumentada en un 150% la garantía de los depósitos bancarios. Los efectos llegaron tanto a los estados como a los municipios. Los estados de Nuevo México, Maine, Massachusetts, y California tienen serios problemas de liquidez. Entre otros, el municipio de Jefferson, Alabama, está al borde de la suspensión de pagos, y el de San Mateo, California, perdió 155 millones de dólares que tenía en Lehman Brothers, y puede no tener con qué financiar las escuelas públicas. Los impactos se extienden en Europa, Asia, y el mundo entero.
Una de sus razones centrales de esta hecatombe es un "tsunami ético". Ya Adam Smith el padre de la economía clásica había advertido, varios siglos atrás, que los mercados debían estar regidos por valores éticos como la honradez, la prudencia, la transparencia, y la confianza mutua. De lo contrario, podrían funcionar muy mal. Vacíos éticos profundos están en la base de la crisis en desarrollo.
Diversos operadores actuaron en contradicción total con la idea de responsabilidad social empresarial. Trataron de maximizar el lucro a corto plazo, sin atención al daño social. Entre ellos, los especuladores en derivados -que los llevaron a un monto que es tres veces el de las hipotecas basura-, los promotores de las hipotecas basura y los especuladores de corto plazo, que hicieron lo posible para que cayeran aún más las acciones de los bancos en dificultades. Al anunciar la medida inédita de prohibir las ventas de corto plazo de 800 acciones, dijo el presidente de la Comisión de Valores de USA, Cox, que estas medidas eran necesarias "para asegurar que la manipulación encubierta, las ilegales ventas a corto plazo desnudas (en las que ni siquiera se transferían realmente los valores) o las prácticas comerciales ilegítimas no conduzcan el comportamiento de los mercados y minen la confianza". Refiriéndose al mismo tema en Inglaterra, señaló el arzobispo de York, John Sentamu "son ladrones de bancos, y destripadores de activos".
Los altos ejecutivos de grandes empresas consiguieron paquetes remuneratorios exorbitantes. La distancia entre lo que ganaban y los salarios promedio de la economía era de 344 a 1, y entre sus ingresos y los sueldos mínimos de 1700 a 1. Los análisis muestran que, en la búsqueda de cobrar grandes porcentajes y participaciones, llevaron las empresas a los más altos riesgos. Fue uno de los temas más esgrimidos por la main street , la gente de la calle, para cuestionar que se ayudara a la Wall Street.
El dogmatismo ideológico llevó a dejar sin regulaciones a mercados enormemente sensibles y riesgosos, como los financieros no bancarios. El New York Times ha planteado editorialmente: "la crisis podría haber sido evitada si los reguladores hubieran aplicado las reglas, y si los funcionarios gubernamentales hubieran cuestionado los prestamos riesgosos y otras prácticas dudosas". El primer ministro de Francia, François Fillon, llamó a las autoridades americanas a actuar: "No vamos a aceptar pagar los platos rotos de una regulación fallida y la corrupción del capitalismo". El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, escribió que "poner demasiada confianza en el mercado se ha convertido en una suerte de idolatría", y exigió regulaciones.
La idea de que se ha ido muy lejos en expulsar la ética de la economía y se han desatado fuerzas salvajes aparece hoy en algunos de los mayores líderes promercado. El premier italiano, Berlusconi, planteó que "hay que volver a aplicar ética a la economía", el presidente de Francia, Sarkozy, afirma que "una cierta idea de la globalización está muriendo con el fin del capitalismo financiero, que ha impuesto su lógica sobre toda la economía y ha contribuido a pervertirla".
Los más vulnerables del mundo están pagando ya los costos de todos estos errores. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha advertido que las metas del milenio, que iban a bajar a la mitad para 2015 la pobreza extrema (hoy 1400 millones de personas), la mortalidad infantil (9.600.000 niños mueren anualmente por pobreza), la mortalidad materna (500.000 madres mueren por año durante el embarazo o el parto por factores de pobreza), están en riesgo severo.
América latina tiene que sacar lecciones. Las ortodoxias económicas copiadas mecánicamente no sólo han significado recetas erróneas. Han transmitido el mensaje de que los valores éticos no importan en la economía. Que ese es terreno sólo para arreglos técnicos. Frente a los fracasos de esa visión, es hora de bregar fuertemente por la responsabilidad ética en políticas públicas, por la defensa del interés colectivo, porque la responsabilidad social de la empresa privada avance de modo efectivo, por los derechos al desarrollo de los niños, las familias, las oportunidades para los jóvenes, la protección de los ancianos, por una mejor equidad en la región más desigual de todas. Así como las falencias éticas fueron cruciales en la gravísima crisis actual, es imprescindible, para que se pueda superar, que en el mundo y en este continente de agudas inequidades y exclusiones la ética conduzca la economía.

martes, 21 de octubre de 2008

Crisis financiera global: La violenta estafa causada por los corsarios del casino financiero

Bruno Lima Rocha

La llamada crisis de los mercados financieros representa una estafa violenta y un hueco mayor del que nos imaginamos. A lo largo de los últimos 40 días las autoridades financieras de los países con desarrollo capitalista intentan coordinarse de forma más o menos esporádica. El desorden de un mundo unipolar, con la pretensión de la administración NeoCon de Bush Jr. al frente, se tiende a reordenar con una meta de coordinación multipolar. Es el canto del cisne de la barbarie tecno-financiera; llaman la cooperación en planes financieros de rescate, entregando algunos dedos para no perder las manos.Cuando se lee: “rebaja en las tasas de interés”, es para disminuir el coste del crédito y permitir una mayor agilidad transaccional. Esta acción coordinada de reducción de la tasa de intereses, siguiendo el ejemplo de Japón que está en casi al 0%, fue un intento de frenar, interrumpir el saqueo y la retirada de dinero, inversiones, rescate de fondos y lo que haya de riqueza cuantificable en ese mundo del dinero digital. Es preciso acordar que la aventura con las finanzas de los demás, es generar crédito en la plaza con un volumen de recursos que está muy por encima del patrimonio líquido de las instituciones bancarias. Ese agiotaje internacional lleva al pánico de quien tiene su dinero en estas cuentas que no están cubiertas. Lleva el terror a todo un sistema productivo, que no opera sobre el ahorro interno ni del crédito controlado por los gobiernos y sí en la ruleta del casino financiero.Para no aumentar el quiebre de la economía productiva, que está vinculada a la economía especulativa, algunos Estados tomaron una medida fuerte. Los Bancos Céntrales de los EUA (Federal Reserve), de Inglaterra (Banco de Inglaterra), Banco de Canadá, Comunidad Europea (BCE), Sveriges Riksbank (Suecia), SNB (Banco Nacional de la Suiza), el Banco de los Emirados Árabes y el Banco Céntral de China redujeron sus tasas de interés, siguiendo el patrón japonés. La media de reducción fue de 0,5 a 1,5% de acuerdo con cada Banco Céntral.Los BCs también están haciendo ofertas de dinero en gran volumen. La segunda mitad de octubre empieza con las medidas de Inglaterra y de la Comunidad Europea. El monto ya ultrapasa 1 billón de euros, puestos en la rueda bancaria para no secar el río de dinero digital. Esas medidas empezaron antes, como en el día 29 de septiembre, cuando diez Bancos Centrales (BCs) de forma coordinada aportaron más de US$ 620 mil millones; como el día 7 de octubre, cuando otros seis BCs anunciaron la entrada de otros US$ 450 mil millones hasta el final del año. El riesgo es de “falta de dinero”. O sea, el riesgo es que el número de rescates y saqueos sea mayor que la capacidad real de los depósitos. Ni la plaza financiera Suiza y su muy orgulloso UBS escapan de este riesgo. El gigantesco lavadero de dinero robado de las administraciones públicas de Latinoamérica (como es el caso de la fortuna personal del político de São Paulo (Brasil), el hoy diputado federal Paulo Salim Maluf) pidió ayuda para el gobierno del Estado de los cantones.Queda una duda conceptual: ¿Qué grado de racionalidad puede existir, cuando los préstamos y créditos circulantes en todo el mundo no son rescatables a corto plazo? No es que en la economía no haya lastre, lo que existe de hecho es un abuso en el juego de azar, apostando a la previsibilidad del comportamiento de los agentes económicos productivos y apuntalando las relaciones de las riquezas en las sociedades concretas encima de un vacío.Cuando la burbuja explota, entra la concertación de clase operada a partir de la idea de “la solución sistémica” y “la razón de Estado” para salvar la Banca y mantener el crédito circulante, pero sin interrumpir la especulación correspondiente.Vean que interesante. Al tiempo que reducen la tasa de interés – en la práctica disminuyendo el margen de ganancia de los bancos– los mismos gobiernos alimentan con dinero público para garantizar la transacción entre estas instituciones. ¡El BCE pone una media de US$ 50 mil millones diarios como la garantía de liquidez! La Banca está siendo garantizada por los Estados, que por parte, no estatizan de vez, para no seguir el modelo adoptado de forma rápida por Irlanda. Aun así, el agujero no es llenado, ¿por qué?El síntoma de la falta de base moral para las transacciones financieras se ve en la desinformación estructural. Veamos el tamaño del problema, reflejando en la verdad la enormidad de los activos tóxicos, los préstamos podridos circulantes, los fraudulentos hechos a lo largo de los últimos 8 años y que tomaron cuenta el modus operandi del sistema financiero del mundo. Parto del principio que cuando tengo dudas, pregunto para a derecha, porque esta corriente de pensamiento político-económico-filosófico se expone en los hechos de una forma escrachada.El director-gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, afirmó en 9 de octubre con todas las letras: “Estamos al borde de una recesión. La situación es muy grave, pero a la vez podemos resolver los problemas se actuamos de forma rápida, vigorosa y coordinada.” Sigue el director del Fondo Monetario Internacional, tan valiente con los países subdesarrollados y tan dócil con el G-7 y países afines: “Creo que es justo decir que todos nosotros subestimamos la fuerza de la crisis financiera. Al parecer, las raíces de esa crisis son más profundas de lo que esperábamos.”Analicemos. Que son más profundas las raíces de la crisis, significa que la información privilegiada del tamaño y volumen de los activos tóxicos y de los créditos podridos, de los préstamos concedidos la gente y empresas sin capacidad de pago, es mucho mayor del que la anunciada por los medios corporativos y las fuentes de informaciones como Fox News, CNN International y compañía. Como puede alguien creer que el FMI no tenía noción del volumen de la estafa a la vista? ¿Cómo puede algún ser humano de buena conciencia aceptar la idea de que los ejecutivos del Fed y de la Secretaría del Tesoro – incluyendo Henry M. Paulson, el ex-corsario do Goldman Sachs – no “imaginaban” el volumen del problema? Simplemente es una idea absurda. Eso es desinformación, y jugaron a la confusión y a las tinieblas conceptuales, un hecho consumado que ninguna de estas autoridades financieras, estatales y periodísticas quiere aceptar.El hecho es contumaz. Concedieron más créditos que la capacidad de los bancos para cubrir sus propios depósitos. Tienen un volumen mucho mayor del imaginado por nosotros, mortales lectores, en créditos podridos, cubiertos sólo por papeles en títulos de valor no rescatable, dados por las instituciones que los generaron. El chantaje financiero y mediático condiciona a que los ciudadanos acaten la resolución de los Bancos Céntrales y cubran con dinero de los contribuyentes el hueco generado por los altos ejecutivos que ganan un plus por cada estafa fruto de ventas absurdas. El resultado de esa capacidad de presentar balances fraudulentos por 8 años seguidos, ya está siendo pagado por todos nosotros.La organización de las relaciones de producción, cambio, generación de servicios y consumo de una sociedad, no puede ser intermediada por el dinero financiero y el crédito generador de super endeudamiento. La defensa de la economía real y organizada de forma soberana por el tejido social-productivo bajo control de las mayorías, es la garantía de nuestro propio futuro. Pelear sin tregua por el control de los recursos-llave y de las cadenas productivas de los países es un deber de los movimientos populares. El casino financiero tiene que acabar.

Crisis financiera: Concentración de poder en el sistema amenaza su propia estabilidad

Juan Francisco Coloane



La medida de nacionalización parcial de bancos con problemas en el Reino Unido, aplicada por el Primer Ministro Gordon Brown, ha tenido más bien el impacto de una señal política que el valor en sí mismo de la inyección monetaria. La gestión política estimuló el repunte de las bolsas, aunque el sistema financiero continua volátil.Con lo que podría instituirse como el “Plan Brown”, el mercado financiero tiende a recuperarse. Esta nacionalización comienza a replicarse en EEUU y hay un breve respiro, aunque abundan voces augurando dificultades para el crecimiento económico, con efectos en el bienestar de las personas. Las bolsas parecen regresar al comportamiento habitual con vaivenes previsibles y turbulencia. Aún así: ¿Cuán sólida es la confianza en el ambiente en general? ¿Se sustenta el sistema financiero sobre la base de confianza que existía antes de esta crisis? El Estado en boga Al intentar salvaguardar la base financiera del sistema económico con el estado, lo más significativo es el protagonismo de la social democracia europea encabezada esta vez por Gordon Brown, para liderar el rescate. No es que de pronto renaciera de las cenizas “La Tercera Vía”, de su viaje hacia el centro político. En la posición ideológica opuesta Nicolás Sarkozy - un revoltijo de neoconservador populista con olfato político-, planteó en la reciente reunión de la zona europea la necesidad de refundar el capitalismo. Brown es retraído, sólo actúa en los bancos. Sarkozy es pomposo y mediático y todavía no lanza su receta para reconfigurar el sistema. Pero la oportunidad para ambos estaba allí, usando un instrumento único y en boga nuevamente: el Estado.En este plano, el fenómeno político se robustece más en Europa que en EEUU enfrentando una transición de nudo ciego hasta el 4 de noviembre.Con los indicios de que el tema racial afectaría las opciones de Barack Obama, de vencer Mac Cain, EEUU se estaría quedando cada vez más a la deriva, arrastrando iniciativas como los tratados de libre comercio en situación de vulnerabilidad.El Nuevo Orden Económico Internacional proyectado en EEUU a partir de la caída de la EX URSS, estaba concebido para generar zonas de libre comercio a nivel planetario, todo enfilado en un esquema de tratados de comercio estimulando el bilateralismo.Con la insolvencia del sistema financiero, el esquema de tratados bilaterales de libre comercio (TLCs por ejemplo), podría cuestionarse porque su diseño se planteó bajo condicionantes completamente diferentes. Las exportaciones están en la primera línea de un sistema financiero solvente.Pero eso no es todo. La actual crisis en vez de integrar a las economías y estimular la cohesión en cada país, producirá el efecto contrario. La razón es simple. Durante los 25 años de aplicación del ajuste estructural a las economías, un eje ideológico consistía en incrementar la capacidad individual de las personas para asumir responsabilidades y riesgos en cada renglón de sus vidas, accediendo a recursos económicos. Con el ajuste se inauguraba una nueva cultura de protección social, relegando las políticas públicas sociales a un segundo plano. La educación se suma a ese carro, sin otro objetivo que insertar al individuo en la competencia y el mercado. Pensar que toda esa cultura de 25 años se desplomaba a partir de esta crisis es apresurado.Lo que sí puede suceder el largo plazo, es que si hay recesión, no habrá forma que el estado recupere la inversión, ni que los bancos con problemas vuelvan a ser sustentables. Por lo tanto el problema continuará en el dinero, si el sistema mayor no se reconfigura. En este sentido, la noción de una protección social centrada en la transferencia de liquidez a los sectores vulnerables de la sociedad, no se sostiene después de esta crisis.Otras variables Este tipo de fenómenos que remece estructuras de poder, es una instancia privilegiada para observar cómo éstas reaccionan y en ese plano leer el mensaje.La vigorosa participación del estado en el rescate de ciertos bancos e instituciones financieras, refuerza la discusión de cuál es la dosis de estado y cuál la de libre mercado para sostener el sistema.El analista Peter Cardillo de Avalon Partners dice en The Guardian, que “el plan de gobierno penetra en el centro del problema, y no descarta una recesión, advirtiendo que cuando pase la euforia, el mercado enfrentará la realidad”.Por otra parte Alejandro Alarcón, cabeza de las entidades bancarias en Chile, decía en una radio en Chile (17 octubre) “que la gente tiene que estar tranquila,… que el mundo financiero saldrá fortalecido de esta crisis, y de que se ha exagerado su impacto”. El problema central reside en ciertos bancos que no midieron ciertos riesgos, y colocaba como ejemplo positivo al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, elegido como un modelo de banquero responsable.Dato curioso y relevante. El 25 de abril de 2008 una avioneta se estrelló en la finca de este banquero, El Castaño, conteniendo 273 kilos de hachís. La avioneta pretendía aterrizar en el aeródromo de la finca para depositar la carga en otro vehículo estacionado allí, según el periódico El Mundo. El incidente quedó esclarecido, aunque se desconoce por qué la avioneta se estrelló y andaba en ese rumbo. El día 11 de julio de 2008 el Banco Santander fue elegido como el mejor banco del mundo por la revista especializada Euromoney.Sin la intención de enlodar el prestigio de este banquero, la información incita a pensar en vínculos posibles entre capital especulativo, crisis financiera en general y la liquidez proveniente del narcotráfico, que sufre también su propia crisis de “esquizofrenia” por representar varios intereses. Este cruce de variables es precario por carencia de datos públicos. Sin embargo, como resultado del clima de desregulación salvaje, el crecimiento acelerado del capital especulativo, puede estar relacionado con el aumento del dinero proveniente del narcotráfico, y así se explica el crecimiento veloz y expansivo de ciertas empresas y franquicias en la última década.Desde la perspectiva que la fiscalización pública es débil o inexistente, es cuestionable que el énfasis de las causas de esta crisis (en la cobertura mediática masiva), se haga descansar en la irresponsabilidad de algunos bancos. El rol del dinero del narcotráfico en el desarrollo del capital especulativo y de ciertos rubros productivos no entra en la esfera de las responsabilidades. Con esta crisis, no era el fin del sistema económico ni menos del capitalismo, como se auguró en alguna parte. Pero sin duda, hubo una señal inequívoca de fatiga extrema en un sistema con altísima concentración de poder, y de precaria participación pública. Al final de la línea financiera, resalta la precariedad de las políticas públicas para superar los problemas sociales de los países. Se confirma que el sistema no puede sostenerse sobre masas de gente asalariada debilitadas en todos los frentes de sus vidas. Es así que el crecimiento de lazos entre zonas económicamente deprimidas con poblaciones pobres o indigentes que estallan, y la línea financiera del narcotráfico, sea hasta el momento inevitableNo hay cambio de paradigmas, sin embargo hay síntomas de fatiga en la gestión política. El escaso liderazgo de Naciones Unidas es un indicador. La ONU podría haber aprovechado la oportunidad para introducir y hacer resaltar algunas consideraciones de orden social, en el rescate del estado a los bancos. Es tal la distancia entre sistema financiero y función social en estas estructuras de poder, que una acción de esta naturaleza parece inconcebible. En este plano, el liderazgo que reclamó el sector financiero funcionó solo para un solo lado, el del dinero, invitando a mayores grados de inestabilidad.