martes, 15 de julio de 2008

Cepal: Inflación asaltó a Latinoamérica y complicó crecimiento económico de 2009 DPA *

La inflación desbordó a las economías latinoamericanas el primer semestre de 2008, arrastrando a la baja el crecimiento regional para el próximo año, en medio de un alza tanto de los precios del petróleo y los alimentos, como de la pobreza de la población.
Las principales economías del subcontinente, Brasil, Venezuela y Argentina, sucumbieron ante la escalada de precios, con aumentos de hasta 15 por ciento el primer semestre. Sólo México mantuvo su tasa interanual en un moderado 5,3 por ciento.
En Chile, Ecuador y Bolivia la inflación en 12 meses rondó el nueve por ciento a junio, por encima también de las cifras de 2007.
La solución a la crisis no parece cercana y además en Bolivia, Chile, Colombia, Brasil, Perú, Panamá y Venezuela los precios de los alimentos crecieron más que el resto de los productos, según datos oficiales.
En ese escenario, Cepal anticipó que diez millones de personas caerán en pobreza en 2008 y FAO vaticinó un menor crecimiento para 2009, año en que la expansión del producto no superaría el 3,0 por ciento, según cálculos de Cepal.
Para el Banco Mundial, en tanto, la crisis en los valores de los nutrientes durará hasta 2015 e indexará todo el nivel de precios.
"Por ello, la efectividad de las medidas fiscales y monetarias en América Latina dependerá menos de factores internos que de complicaciones internacionales", dijo a DPA Sandra Manolito, experta de la División de Desarrollo Social de Cepal.
Hasta ahora las medidas incluyeron ayuda a campesinos en Costa Rica y México, bonos para los pobres en Chile, control de precios en Venezuela, compras de granos en Nicaragua, suspensión de exportaciones en Brasil y apoyo a privados en Cuba.
Sin embargo, el espiral inflacionario no cesó y golpeó más fuerte a los más pobres, en especial en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Nicaragua, donde la canasta básica de consumo encareció sobre el promedio, según FAO.
Un par de ejemplos. En Brasil, el típico plato de arroz con porotos negros encareció un promedio de 27 por ciento. En Bolivia el pan quintuplicó su precio y en Chile llegó a valer 2,5 dólares el kilo.
En un primer balance, nueve millones de niños de hasta cinco años están hoy desnutridos en la región, de un total de 30 millones que padecen hambre, según FAO, UNICEF y UNESCO.
La gravedad de la crisis, que derivó en protestas de agricultores y transportistas en varios países, sacó finalmente la inflación del ámbito técnico y la instaló en un nivel político, como durante en la década de 1980.
Incluso en Argentina, el gobierno llegó a intervenir el Instituto Nacional de Estadística y Censos, abriendo un debate sobre la manipulación de las cifras entregadas hoy.
De hecho, los privados dicen que el incremento interanual de precios subió al 24 por ciento, pero el gobierno apenas reconoce un cuatro por ciento hasta junio.
Pero más allá de las polémicas, el punto es que la escalada inflacionaria pone a los gobiernos frente a dos caminos: disminuir el gasto público y social o elevar la tasa de interés.
El punto es que ambos caminos tienen efectos sobre la equidad y afectan el potencial de crecimiento, en la medida que están originados por un alza de precios que tiene un horizonte de mediano y largo plazo.
La situación en definitiva traba la opción de elevar prontamente las tasas de crecimiento económico per capita, en una región donde el alza de los alimentos elevará la pobreza a 200 millones de personas en 2008. [Articulo reproducido en La gente, Periódico Digital de la Radio La Primerísima].
* Agencia Alemana de Prensa

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